Frente a ese escenario, nuestro país viene ganando terreno gracias a sumar valor a las opciones tradicionales y a generar nuevos ámbitos de desarrollo para la demanda. Según estiman los especialistas, la oferta de turismo de bienestar crecerá a nivel internacional un 50% más que el turismo general los próximos años.
En Argentina, las Termas de Río Hondo localizadas en Santiago del Estero, son un clásico para este segmento que viene ganando adeptos, ya no solamente de adultos mayores sino de todas las edades. Se trata de la ciudad termal por excelencia de nuestro país, considerada de ese modo por contar con la mayor cantidad de pozos termales en América Latina.
Entre otras virtudes, las aguas carbo-ionizadas de Termas de Río Hondo ayudan a crecer a las células, mejoran la actividad orgánica, alivian a personas que padecen de reumatismos, problemas respiratorios, eczemas en la piel y psoriasis, mejoran la circulación y la digestión.
En cuanto al uso sanitario de las aguas termales es posible tomar baños con fines preventivos como curativos y de rehabilitación. En todos los casos las termas proporcionan bienestar y un medio ideal para mejorar la calidad de vida.
Entre las alternativas de aguas termales, para realizar turismo de bienestar se encuentran las Termas de Colón en la provincia de Entre Ríos. Este complejo ofrece un contexto especial de naturaleza con un amplio parque y espacios verdes con decenas de árboles nativos. Aquí el paisaje, con una espectacular panorámica del río Uruguay, junto con el agua, la flora y la fauna se conjugan para formar un microclima singular, especialmente recomendado.
Asimismo, otro de los grandes complejos termales que nos ofrece el suelo entrerriano se encuentra en Termas de Federación. Allí junto a las 13 piscinas termales, cuyas temperaturas fluctúan entre los 32 y los 41 grados, se sumó en 2015 el Parque Acuático, un centro lúdico localizado a orillas del lago de Salto Grande.
Esta área recreativa cuenta con toboganes de diferentes alturas, un río que corre lento a lo largo de 700 metros, otro cauce más vertiginoso, juegos para chicos y canchas de vóley y básquet en medio de piscinas rodeadas por tribunas.
Su eslogan lo dice todo: Mucho más que termas... Federación enamora.
Y si en la variedad encontramos la riqueza, se puede decir que Concordia también tiene lo suyo. La amabilidad de su gente, la conservacion de su arquitectura original, como los bellos edificios construidos por las comunidades de inmigrantes.
En efecto, las Termas de Concordia brindan completas prestaciones gracias a la serie de complejos que animan la oferta termal de esta ciudad, ubicada a orillas del río Uruguay. Este saludable espacio dispuesto para la recepción del turismo se encuentra en medio de un excepcional entorno natural conformado por bosques de pinos y eucaliptos. Los visitantes pueden disfrutar aquí de piscinas de diferentes dimensiones y profundidades, con temperaturas que oscilan entre los 36 y 44 grados. Chorros de agua, puentecitos y detalles pintorescos en madera engalanan sus extensiones y regalan un apacible escenario para disfrutar a pleno.